Todos los alumnos trabajan en la obra codo a codo y repartiéndose en turnos para poder ayudar pero sin descuidar sus estudios en las otras materias. Profesores y padres también se acercaron para contribuir de distintos modos. Algunos, los que saben del tema, trabajando a la par de los chicos, otros, llevando gaseosas y criollitos para recargar energías y el resto, simplemente compartiendo el momento.

¿Cómo surgió la iniciativa?

La iniciativa surgió hace unos años, con anterioridad a la pandemia, por la necesidad del San Vicente de realizar obras de infraestructura en sus instalaciones. El Obraje vio a ésta como una buena oportunidad de poner en práctica los dos pilares fundamentales de su educación: la formación técnica y la formación humana, conocimientos y solidaridad.

De este modo, se desarrolló un plan en conjunto para que el San Vicente pudiera conseguir los materiales y los alumnos de El Obraje, en función de sus tiempos pedagógicos, pudieran hacerse cargo de la mano de obra.

Lo que se hizo fue la nivelación de la vereda que incluye el contrapiso, la carpeta de nivelación, además de los canteros y cazuelas para la vegetación. Por el momento se terminó con la primera de tres etapas de obra que seguirán adelante durante septiembre.

Agosto el mes de la solidaridad

A su vez, la obra coincide con un mes muy importante para El Obraje, ya que en agosto, que es el mes de la solidaridad, se busca que todos los alumnos de la institución participen de distintas maneras en acciones solidarias que aporten a la comunidad.

También se trabaja en clases haciendo foco en valores humanos y cristianos para inculcar en los chicos el sentido de empatía social y reforzar su solidaridad.

El método pedagógico

Fernando Piñero, quién es el Maestro de Enseñanza Práctica de la especialidad de construcciones y uno de los profesores que estuvo al frente de la iniciativa, aprovechó la oportunidad, además, para afianzar métodos innovadores de aprendizaje como lo es el de aula invertida.

En este método son los estudiantes quienes se ponen al frente del proceso de aprendizaje investigando y tratando de recabar el conocimiento que necesitarán más adelante. El profesor acompaña, guía y resuelve dudas.

La práctica concreta juega un papel muy importante porque permite que se resuelvan problemas múltiples, reales y muchas veces imprevistos, lo que pone en juego el razonamiento y la capacidad resolutiva de los alumnos.