Las bicicletas, monopatines y triciclos fueron decorados con flores de todos los colores, dibujos, flecos y todo tipo de adornos para estar a tono con la ocasión. Cada niño con la ayuda de su familia se encargó de convertir a su vehículo en una verdadera obra de arte primaveral.
La jornada fue muy divertida y colorida. Los pequeños dieron varias vueltas por el patio de jardín y pudieron compartir un momento de esparcimiento con sus compañeros en un festejo por el Día del Estudiante atípico.